domingo, 26 de mayo de 2013

Reseña Conjunta de Los Juegos Del Hambre

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RESEÑA CONJUNTA
LOS JUEGOS DEL HAMBRE
SUZANNE COLLINS
2008
Resumen:Es la hora. Ya no hay vuelta atrás. Los Juegos del Hambre van a comenzar. Los tributos deben salir a la Arena y luchar por sobrevivir.
Ganar significa fama y riqueza, perder significa la muerte segura...
¡Que empiecen los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre, y que la suerte esté siempre de vuestra parte!
Un pasado de guerras ha dejado los 12 distritos que dividen Panem bajo el poder tiránico del Capitolio. Sin libertad y en la pobreza, nadie puede salir de los límites de su distrito. Sólo una chica de 16 años, Katniss Everdeen, osa desafiar las normas para conseguir comida. Sus principios se pondrán a prueba con “Los juegos del hambre”, espectáculo televisado que el Capitolio organiza para humillar a la población. Cada año, 2 representantes de cada distrito serán obligados a subsistir en un medio hostil y luchar a muerte entre ellos hasta que quede un solo superviviente. Cuando su hermana pequeña es elegida para participar, Katniss no duda en ocupar su lugar, decidida a demostrar con su actitud firme y decidida, que aún en las situaciones más desesperadas hay lugar para el amor y el respeto. Ella y Peeta Mellark, el otro tributo del distrito 12, deben intentar ganar los Juegos por todos los medios posibles, aunque algunos de estos no estén permitidos.”
Las Opiniones…
Kami: En cuanto a la historia: Me ha parecido una historia muy interesante e innovadora, como pudo ser Harry Potter cuando se estrenó. Nadie había logrado escribir sobre un futuro post-apocalíptico y que tuviera tantísima repercusión en todo el mundo. Me ha gustado mucho cómo se desarrolla tooooooooda la historia, como una bola de nieve: Empieza pequeña, pero luego se hace más y más grande. Es muy espectacular leer un libro tan descriptivo, porqué te imaginas cada detalle de cada escena.
Mi parte favorita: El momento de confusión de los primeros minutos en la arena. ¡ES TAN INTENSO! Es como sentirse ahí en medio, sin saber lo que hacer, huyendo de la bestia que es Thersh (Distrito 11) y de la psicópata de Clove (Distrito 1), que iba lanzando cuchillitos. Qué graciosa, la chica.
Mi personaje favorito del primer libro: ¡La chica con cara de comadreja! (Se llama Finch, Distrito 5) Aiiii, cada vez que salía –cuatro veces a lo sumo.– me entraban ganas de entrar en el libro y decirle que no fuera tan lista.

Sadie: Ehh vale, yo no tengo términos tan “técnicos” o “científicos” como los de Kami, yo solo aviso.
Historia: Espectacular, sinceramente esta historia me ha encantado. Es especial, no me recuerda a ninguno de los otros libros que me haya leído. Distritos, luchas… Es el libro donde Suzanne Collins casi no mata a nadie. ¡Pero alguien debe morir, como no!
Mi parte favorita: Ese gran momento cuando Katniss pisa a Peeta, que está camuflado entre el barro del arroyo. Y cuando el Capitolio anuncia que pueden haber dos ganadores del mismo distrito… Katniss va a buscar a Peeta y es tan… ¡asdfghjklñ! Aunque después lo retiren… ¬¬ mirada asesina hacia Snow.
Mi personaje favorito: ¡¡¡PEETA!!! Sí, sé que es el personaje del que se enamora todo el mundo, ya que es uno de los personajes que salen más en todo el libro… Pero es genial igual. 
Valoración:
Kami: 9/10
Sadie: 9/10
VALORACIÓN FINAL: 9/10

Todo sobre las nubes, capítulo 4: Chocolate relleno de chocolate

Capítulo 4: Chocolate relleno de chocolate

– Nosotros nos bajamos aquí. –dice Axel, cogiéndome de la mano y poniéndose en pie.
– Qué casualidad, ¡yo también! –Ethan se levanta también.
– Mmm, creo qué está más cerca la siguiente parada. –me comenta Axel volviéndose a sentar.
Cuando el bus empieza  a parar, Ethan señala un piso al lado izquierdo de la casa y me dice entusiasmado:
– ¡Mira, esa es mi casa!
– No creo que a MI novia le haga falta saber donde está TU casa.
– Puede que en un tiempo sí. –dice, y me guiña el ojo.
Luego, se va. Tan rápido como había llegado. Ahora que el asiento de mi derecha está libre, discretamente me escabullo hasta sentarme en él. Axel parece no darse cuenta de que ya no estoy casi encima de él, está demasiado ocupado mirando serio por la ventana.
En la fila de asientos del lado opuesto del autobús, dos chicas chismorrean cosas entre ellas mientras se comen a Axel con los ojos. Axel se gira hacia mí, y luego hacia esas chicas. Les sonríe, y una ola de celos me invade. Le agarro por la nuca y tiro de él hasta que nuestros labios se tocan. Poco a poco, el beso se hace más intenso, y me tira de la cintura hacia él.
Cuando llevamos un par de minutos de beso, dirijo una mirada furtiva hacia las dos chicas de antes, que están con la boca abierta. Claramente, eran uno o dos años más pequeñas que nosotros (debían tener unos dieciséis) y la imagen que acabábamos de mostrarles no les debía resultar familiar aún. No en directo y a menos de dos metros de distancia.
Cuando acabamos, me vuelvo a sentar bien y me estiro la camiseta roja, que estaba arrugada por la manía que tenía Axel de meterme las manos por debajo de la ropa cuando me besaba.
– Pobre chico…– Le dije a Axel, que aún tenía la mirada ausente.– Le has metido unos cortes antes…
– ¿Quién? ¿Ethan? – Sacude la mano, quitándole importancia. –Es del todo odioso. Y no es pobre, a decir verdad. Está forradísimo.
– Oh. – digo yo.
– Bien, ahora sí que bajamos.
Estamos bastante en el centro, pero él parece estar muy orientado. Me echa el brazo por encima, y empezamos a andar. Pasamos por delante de una cafetería, alguien abre la puerta y sale un olor dulce y agradable. Me entra hambre enseguida.
– ¿No me ibas a comprar otra magdalena?
Él parece volver en sí y me sonríe.
– Claro Cass…
– No, en serio. Tengo hambre.
Él suspira, pero entramos en la cafetería y nos sentamos en una mesa cerca de la entrada. Pocos segundos después, llega una chica, que debía ser la camarera. Se queda mirando a Axel hasta que chasqueo los dedos delante de su cara.
– ¿Hola? –le digo.
– ¿Qué querrán tomar?
Miro la carta y me doy cuenta de que estoy realmente hambrienta.
– Pues yo: Una magdalena de chocolate y una taza de té. –miro a Axel, que asiente. – Él tomará unas tortitas con chocolate y nata, un trozo de pastel de manzana, café con leche, y otra magdalena de chocolate. – le dedico una gran sonrisa falsa a la camarera.– Gracias.
–En seguida…– dice y se va.
Axel me mira confundido.
– ¿No era sólo una magdalena?
– Una magdalena para mí, aunque en realidad todo eso es para ti, pero lo compartirás conmigo porqué no te gusta el dulce.
– Muy lista. – dice señalándome con el dedo.
Me río. Me encanta estar con él, aunque siempre lleve todas las alertas anti-chicas puestas. Me compensa infinitamente. Me compensa perderme en sus ojos de colores y acariciar su pelo castaño. Me compensa cada beso, cada abrazo, y cada segundo que paso a su lado.
Cuando la camarera vuelve cargadísima de dulces, sonrío. Me encanta el chocolate. Me como mi magdalena en un abrir y cerrar de ojos, y entonces voy a atacar las tortitas de Axel mientras él se come un trozo de tarta de manzana y da sorbos a la taza de café.
Después de un rato de silencio, me pregunta:
– ¿Qué te ha parecido Ethan?
– ¿Por qué? –pregunto con la boca llena de tortitas. – ¿A ti qué te parece?
– Sinceramente, yo ya lo conozco. Y no me gusta.
– Ah, vaya… Se veía un chico simpático.
Axel abre mucho los ojos.
– ¿En serio? ¿Simpático?
Yo asiento.
– ¡Já, seguro! ¡Es un maldito engreído y egocéntrico que sólo piensa en sí mismo! ¡Y además es un pervertido!
– Mira quién habla…– digo señalando la camiseta personalmente elegida por Axel. Él me sonríe y alarga la mano hasta mi pelo.
– Ya sabes que el hecho de que yo soy un salido combinado con que estamos saliendo me da derecho a comportarme como lo hago, pero, ¿tú has visto cómo te tiraba los tejos? ¡Qué coño! ¡Eso no eran tejos, eran ladrillos!

Me levanto un poco de la silla donde estoy sentada, y le cojo la cara. Entonces le beso suavemente. Él me sonríe y se sigue tomando el café.

Todo sobre las nubes, capítulo 3: MI novia

Capítulo 3: MI novia

En ese mismo momento, oigo la puerta de la entrada que se abre.
– Cariño, ya estamos en casa.
Axel me mira y sonríe. Me coge de la mano y nos dirigimos hacia la ventana del mi habitación.
– ¿Qué intentas, Axel?
– Nos fugamos. Por aquí y ahora.
Abro mucho los ojos y niego.
– ¡Estamos en un segundo piso, y me dan miedo las alturas!
–Pero yo estoy contigo.
Va hacia la ventana, la abre, y sale a una especie de tejadito.
– ¡Estás loco!– le digo saliendo por la ventana.
Tengo un vértigo que me muero, pero él me agarra la mano. Me besa suave en la mejilla, y me suelta. Se cuelga del tejadito con las manos, y aterriza como un gato. Un gato guapísimo.
Yo sigo en el tejado, observándolo sin poder apartar la mirada. 
– Vamos, suéltate. –Extiende los brazos. –Yo te cojo.
– ¿Pero qué dices? Ya he hecho bastante por salir aquí, no pienso tirarme.
– No te tirarás, si no que te dejarás con las piernas colgando y entonces yo te cogeré y te bajaré poco a poco.
– ¿Cariño? – Insistió mi madre.
– Un momento. – le susurro a Axel.
Voy a mi habitación y dejo una nota:
"Mama, estoy dando una vuelta. Volveré sobre las ocho. Te quiero, besos"

Vuelvo a salir por la ventana sin mirar donde piso. Me resbalo. Estoy a punto de caerme justo cuando noto que unos brazos fuertes me sujetan cuidadosamente. 

– Te lo dije. – dice encogiéndose de hombros. –Te cojo.

Me tiene inmovilizada. Yo no intento zafarme de él, entonces acerca sus labios a los míos y da un dulce beso. Cuando se aparta yo le miro imitando cara de enfadada, aun que él ya sabe lo que significa.

– ¿Más?

Asiento con la cabeza. Me pongo roja, porqué realmente quiero molestarme con él pero me es imposible. Sonríe y vuelve a besarme. Esta vez, yo lo cojo por el cuello y lo atraigo más hacia mí.  Peino su pelo liso con los dedos.


– ¿A dónde vamos?
Corremos por las calles, cogidos de la mano. Axel se sienta en el banco de la parada del autobús.
– Shh… – Dice tapándome los labios con un dedo.
Me sienta en su regazo y nos quedamos unos segundos en silencio hasta que aparece el autobús delante de nosotros.
Se abren las puertas y nos metemos dentro. Hay un asiento libre al lado de la ventana. Sólo un asiento.
– Siéntate tú. – le digo.
–No, si nos achuchamos cabemos los dos. – me dice y me sonríe.
Nos abrimos paso hasta el asiento, pasando por delante de una abuela que se nos queda mirando. Nos sentamos los dos en el espacio en el que normalmente sólo cabría una persona. Él me echa el brazo por encima y yo le abrazo por la cintura.
– ¿A dónde vamos? –Le repito.
– No te lo pienso decir hasta que lleguemos.
– Oh claro, me haces fugarme de casa contigo a un sitio que tal vez ni siquiera valga la pena.
– Yo valgo la pena. –Me dice riendo.
Me lo quedo mirando, la verdad es que tiene razón.
 – ¿En qué piensas? – Me pregunta ausente.
– Eres guapo. – Le digo mirándolo a los ojos de colores distintos. Son hipnóticos.
El autobús para y veo que entra un chico alto y rubio. Intercambio una mirada con él. Luego veo que le sonríe a Axel.
– ¿Le conoces? – Le susurro.
Axel pone cara de asco y me responde:
– Por desgracia sí. Es Ethan Spikes.
La abuela que tenemos al lado se levanta y baja del autobús justo antes de cerrarse las puertas.
Ethan se acerca y se sienta a nuestro lado.
– Axel. –dice él divertido.
– Ethan. –dice Axel mirando por la ventana.
– Veo que Charlotte es historia…– dice mirándome.
– Ajá. – suspira Axel.
– Me llamo Ethan Spikes, ¿tú eres? –dice dirigiéndose a mi.
– Cassandra. – Le miro a los ojos, los tiene de un color azul cielo, incluso más que el ojo izquierdo de Axel.
– Cassie –dice Axel atrayéndome hacia él. –, mi novia.
– Ah… Eres muy guapa.
Axel me besa exageradamente. Demasiado exageradamente para mi gusto.
– MI novia. –repite Axel.
– Veo que os queréis.

Ninguno de los dos responde.

sábado, 25 de mayo de 2013

Todo sobre las nubes, capítulo 2: Gloss rosa.


Capítulo 2: Gloss rosa.


Enarca una ceja y me extiende la mano.
– ¿Vienes? –Me repite.
No tengo otro remedio que sonreírle y cogerle de la mano. Subimos las escaleras corriendo hasta mi habitación.
Me da un rápido beso y se sienta en mi cama.
– ¿Vas a quedarte ahí mirando?
– ¿Vas cambiarte de ropa?
– Sí.
– Pues entonces, sí, me voy a quedar mirando.
– Pervertido…– Le digo mientras me giro hacia el armario.
– Pervertido no, chico. – me corrige.
Me río, y saco una camiseta blanca con rayas azules de manga corta del cajón. Me giro, pero él ya no está en la cama, si no que viene hacia mí y se pone a rebuscar en el cajón. Coge una camiseta roja de tirantes con escote y me la da.
– Más sexy.
– ¿Sexy?
– Guapa…
Me vuelve a besar, pero esta vez más largo, y me coge de la cintura. Me separo con dificultad y le digo al oído:
– Si quieres ir a algún sitio antes de que vuelvan mi madre y mi hermana, tienes que dejar que me vista y me peine, por qué no pienso ir en pijama a ningún sitio, y no les hará gracia encontrarse con nosotros dándonos el lote en el salón.
– En el salón no. En la habitación. – sonríe pícaro y me besa.
Mientras él tiene las manos en mi cintura y yo las mías alrededor de su cuello, caminamos poco a poco hacia la cama, donde le doy un empujón y hago que se siente.
Mirando hacia el armario, me quito la camiseta del pijama. Curiosamente, llevo el sujetador debajo, porqué la noche anterior estaba demasiado enfadada como para pensar en quitármelo.
Axel silba desde la cama.
– Eres la primera chica con la que salgo que duerme con sujetador.
– Cállate.
Voy hasta dónde está él, y me siento en su regazo mientras me pongo la camiseta que él había elegido.
– ¿Qué haces?
–  …Me pongo la camiseta. Es evidente.
– ¿Por qué?
– Porqué tengo que ir vestida a los sitios.
– Ah, ¿Qué al final nos vamos? ¿Entonces por qué estoy yo sentado en una cama contigo encima?
– Agh, te odio. – me levanto de encima suyo.
–  Me adoras…
Cojo los pantalones del día anterior que estaban sobre la silla de al lado de la puerta. Me quito los pantalones de pijama y me giro hacia Axel. Él está mirando fijamente a mi trasero.
– ¿Por qué lo miras de esa forma? – digo ofendida mientras me pongo los tejanos rápidamente.
– Porqué me pertenece.
– ¡Eres un imbécil pervertido!
– Y lo que te gusta que sea así.
– Oh, ¡cállate! – digo riendo.
Me acompaña al baño, dónde voy a peinarme. Se me queda mirando a través del espejo, y de repente me suelta:
– ¿Por qué a las chicas os gusta ir al baño juntas?
Paro de cepillarme un momento, y me giro hacia él, pensativa. El flequillo castaño le tapa el ojo izquierdo. Una de las cosas que más me gustan de Axel es que tiene un ojo azul y otro verde, pero nunca le da importancia.
– Puede parecer raro que vayamos juntas al baño, pero en verdad lo hacemos porque es divertido. Además de usar ese tiempo para ir al baño, hablamos, chismeamos y nos prestamos lo que necesitemos para retocarnos el maquillaje.
– ¿Retocarte el maquillaje?
– Ajá.
Para demostrárselo, cojo una barra de gloss rosa y aplico una generosa capa sobre mis labios mirándome al espejo.
– ¿Ves?
Hago morritos girándome a Axel para enseñárselo, pero él tira de mí y me besa. Se aparta en seguida haciendo una cara de asco y desprecio. Se frota los labios con la manga de la sudadera y me mira indignado.
– ¿Qué coño es esa cosa?
– Brillo de labios.
– Quítatelo. Estás mejor sin él.
Se acerca a mí de nuevo y me quita el gloss con el pulgar. Yo me dejo; es agradable
Me da un beso en la mejilla, luego sigue hasta mis labios, para acabar finalmente en el cuello. Cuando me quiero dar cuenta ya me tiene acorralada en la pared del lavabo con la mano derecha apoyada en ella, mientras la izquierda juega con un mechón de mi pelo color caramelo.
Paso los dedos por su pelo, él para de besarme, y nos miramos. Mete las manos por debajo de mi camiseta y me acaricia la espalda. Me muerdo el labio inferior y suspiro. Le quiero.

Todo sobre las nubes, capítulo 1: Una chica estúpida.

– ¡No soy una chica estúpida!
– ¿Quién ha dicho eso?
– ¡Tú hace dos minutos, ignorante!
– ¿Te das cuenta de que eres tú la única que insulta?
– Déjame... Vete.
Ríe, aunque casi no se le oye.
– Estamos hablando por teléfono.
Y colgué.

Capítulo 1: Una chica estúpida.

Abro la puerta del armario y me miro en el espejo: Sigo con el pijama y el cabello despeinado.
Suena el timbre.
Me pongo rápidamente las zapatillas de andar por casa y bajo a toda prisa mientras me peino con las manos. Abro la puerta con una sonrisa, por lo menos para que no se fijen en que me acabo de levantar.
– Sólo quería decirte qu…– Empieza a decir Axel.
Cierro la puerta con indiferencia y me dirijo hacia la cocina. ¡MAGDALENAS! Adoro las magdalenas.
Vuelve a sonar el timbre. Esta vez, únicamente me asomo por la ventana que tengo más cerca y lo saludo con la mano. Veo que coge el móvil, y en un segundo, el mío empieza a vibrar y a emitir un sonido raro que ni si quiera es música.
Miro atentamente al aparato electrónico al cual nunca le doy mucha importancia. Suena el timbre por tercera vez.
Sigo comiéndome la magdalena.
Oigo unos golpecitos en la ventana y me giro.
Está haciendo el subnormal con las manos para llamar mi atención.  Me río involuntariamente y luego abro la ventana fingiendo que no me importa.
– ¿Qué? –Digo intentando un tono cortante.
Mete la cabeza por la ventana y me besa.
– Sabía que no podrías resistirte a la tentación. –Dice esbozando una sonrisa.
– ¿De qué? ¿De abrir la ventana? –Pongo los ojos en blanco.
Me observa de arriba abajo y noto que el calor me sube por las mejillas.
– Bonito pijama.
– ¡Vete de mi casa! –Digo empujándolo por los hombros.
Aunque de nada sirve, porque mete un pie en la ventana, luego el otro, hasta estar completamente de pie en el suelo de MI CASA.
– ¿Estás sola? –Pregunta mientras recorre el pasillo.
– Ehh… No. –Miento.
– No sabes mentir, –Me coge de la mano –vamos.
Me suelto rápidamente.
– ¿Qué haces?
– Te compraré otra magdalena si quieres…
Miro en dirección a donde está la magdalena. Estaba, ya no está. Él tiene una miga en la comisura del labio que lo delata. La cojo y me la como.
– Bien, deja que me cambie primero.
Se encoje de hombros.
– ¿Para qué?
– Estoy en pijama… No puedo ir así a donde sea el lugar al que vayamos.
– Si que puedes. ¿Qué más da?
Lo miro con cara extraña, directamente, él es extraño, o se comporta como si lo fuera.
– Espérame aquí, ahora bajo…
– No hace falta, yo también subo.
– Eh… No.
Un segundo después, lo veo subir por las escaleras. Se gira, me mira y me sonríe.
– ¿Vienes?

lunes, 20 de mayo de 2013

SALUDOS GENTE COHERENTE

Hooooola,
Somos Sadie y Kami de Proyecto Amanda y hemos decidido crear un blog para tener nuestras historias, relatos, y reseñas juntas y en un mismo sitio.

SI NO NOS CONOCÉIS, WE ARE:
Sadie: Sadie es una chica bajita, morena y pecosa, con el pelo oscuro y MUY rizado (EN SERIO. MUY RIZADO.). Es un poco extraña y lee muchísimo. Es divertida, simpática y amable, aunque como todo el mundo, tiene sus días. Le gusta el dulce, y es de.... ARGENTINA! *suena música regional argentina. No tengo ni idea de como es, pero suena. .-.* Aunque ahora está en España. Ahora mismo está enganchada a un libro llamado Hush Hush, el cual me tengo que leer, y a otro que se titula Divergente. Le gustan las historias de amor, y siempre está en plan:
"OH DIOS, quiero un Patch para mi solaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.... Y un Tobías. Y un Scott. ¿Qué tendrá el nombre de Scott que es tan sexy? Omg, necesito leer más. ¡Has visto que cuquis que se ven Patch y Nora juntos! ETC"
Sadie es un monstruo crea spoilers. Si ella va dos capítulos más adelantada que yo en una serie, sólo diciendo el nombre de uno de los personajes da a entender que:
1- MUERE.
2- Se queda embarazada.
3- Lo atropella un autobús.
4- Acaba ingresado.
5- Corta con su pareja.
Y eso es INJUSTO para mi :(
Ah, y está obsesionada con que no le arrugue su alfombra del salón. :)
Atte.: Kami
PD: CORRIGE LO DE LOS SPOILERS, POR DIOS. ME ESTÁS DESTRIPANDO TODAS LAS HISTORIAS.


Kami: Kami es ALTA, bueno, tampoco tanto. Ella es alta. Tiene el pelo largo, marrón castaño, y mechas californianas rubias. Es rara, sí, rara: Lee mangas, "sabe" Japonés, acostumbra a vestir de negro y rosa, no se preocupa por su alfombra.
Le gusta el queso Brie y Camembert. (A mi me gusta el queso, pero no excesivamente.) Kami tiene una mezcla de estilos: desde Teen Pop hasta Punk Rock, pasando por el k-Pop, el Indie y el reaggeton. (JAJAJAJA, no me lo creo ni yo... Odia el Reggeton, le entran tics en el ojo y...) No le gusta bailar. Pero baila. Bueno... algo parecido a bailar, ems... mover las manos y eso *-*. Normalmente tiene frío  y la verdad es que nunca lleva poca ropa. SERIUSLY.
 Libros... Ems, sí. También le gusta leer. Le ENCANTA LEER: Los juegos del hambre, Leviathan, TimeRiders. En fin, aventuras y viajes en el tiempo.
Juntas somos algo parecido a...:
"*por teléfono:*
-Hola Ka-...
-¡HE SOÑADO UNA COSA EXTRAÑÍSIMA!
-...
-HABÍA. CONSTRUIDO. UNA. MÁQUINA. DEL. TIEMPO. ¡Y viajaba al pasado con toda la clase (?) y estaba con los Mayas, y me hacía rabia el no poder comunicarme con ellos civilizadamente -con los Mayas, con los compañeros de clase sé que no se puede hablar como una persona-, así que me comunicaba con ellos -los Mayas- a base de señales con las manos!
-... Yo he soñado que te regalaban un gato blanco y con rayas marones.Y que te lo quitaba, lo teñía de negro, y le llamaba Effy.
-Ah. Que buena amiga. ¿Y como se llamaba MI gato realmente?
-No recuerdo bien...
-Oh. Egocéntrica.
-Yo también te quiero.
-YO LO QUE QUIERO ES HACER CUPCAKES. VOY A TU CASA. VES PREPARANDO EL HORNO.
*cuelga*
-¡Vale, hasta ahora!"
Atte: Sadie

EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN FIN, éstas somos nosotras y este es nuestro blog (el cual se va a ir llenando poco a poco con reseñas, relatos y cosas) y estamos encantadísimas de que nos leáis, aunque todo lo que hagamos se pueda ver en www.proyectoamanda.foroactivo.com y esto sólo sea como un archivador :)
Besitooooos



Estocolmo críen militar moisés:)